viernes, 21 de junio de 2013

DE CALDERA, (BAHÍA INGLESA) A ANTOFAGASTA. Parte III

NOTA PRELIMINAR IMPORTANTE:
Subo esta crónica en la Posta de Carabineros de Tocurpuri, a 4.200 m. muy cerca de la frontera con Bolivia. Aunque esta subida en esta posta, no esta dedicada a los agentes que aquí prestan servicio, esta dedicada a todo el cuerpo de Carabineros de Chile. Las veces que me han prestado ayuda permitiéndome acampar en las proximidades de su cuartel en este viaje han sido varias, Tocopilla, Toconce, y ahora en Tocurpuri.
Me han dejado usar sus instalaciones, ducharme, hoy afeitarme. Me han invitado a cenar, desayunar y comer, y estas son cosas de las que hay que dejar constancia, sobre todo después de los deseos de alguna, de que las policías sudamericanas me perjudicasen amplia mente para así valorar a la policía española.
Esta mañana me han dejado lavar los estragos de la última descomposición, he dormido en una pieza, habitación, he estado trabajando con la computadora, ayer me bañe con agua caliente, calentada en la cocina, aquí no hay agua corriente, a pesar de que hay agua de sobra, las cañerías reventaron por el frío. Esta mañana he estado reparando la pata de cabra dentro del cuartel, ayer se rompieron los tornillos ...
¡¡¡GRACIAS CARABINEROS DE CHILE!!!
Vista de la acampada en Toconce, en el, o delante del cuartel de Carabineros. MUCHAS GRACIAS  CARABINEROS.

El agua, los pitos y como quedar “bien” y de balde, así podría titularse la crónica del 25 de abril de 2013, lo cierto es que hasta ahora la cosa no ha ido mal.
Sobre las 19:00 pase por un campamento minero, decidí aprovechar un poco más la luz y continúe. Pasados unos minutos vi un sitio adecuado para acampar. Pude acampar, por lo menos intentarlo, en el campamento minero, pero el cuerpo me pedía soledad, acampar solo, en plena naturaleza.
A pesar de estar en el desierto el cuerpo me pedía soledad absoluta, solo me faltaba el agua para la acampada. Me aposte en la carretera  para conseguirla, no hubo manera, nadie paró. Seguro que algunos de esos que me ignoraron son de los que luego me dan la murga, me molestan, incluso generan situaciones de peligro con el pito. Se supone que pitan para saludar como gesto de amistad...
¡¡¡Nadie paró!!!

Lo dicho quedar bien y de balde. Se creen que quedan bien con el gesto gratuito de tocar el claxon, cuando en realidad molestan, y eso cuando no generan situaciones de peligro. Pero del gesto de parar y preguntar, ¿necesita algo? cuando ven que alguien que les pide ayuda. ¿Qué fue de ese gesto? lo  dicho tantas veces, solidaridad del siglo 21

No me quedó más remedio que bajar al campamento minero, Mina Abundancia. No quería pero aquí estoy, y tengo que decir que ha sido mejor de lo previsto. Me he duchado en una ducha, no con mi bolsa de 10 litros colgada de algún sitio alto cuando lo hay, sino del sillín de la bici. Ducharme en una ducha significa agua caliente y jabón, se supone que esta noche dormiré bien, por la roña no será, si esto no fuera poco, me han invitado a cenar.

La cena ha sido en el comedor común, supongo que mi cena fue como la de un trabajador más, no creo que me hayan hecho nada especial para mí, de hecho no me preguntaron. El comedor estaba más limpio y apetecible que muchos restaurantes…
¡y era el comedor de un campamento minero!
El puré de papas, a pesar de ser “artificial” según la cocinera, riquísimo.
En Paposo acampé en la escuela, con permiso del profesor, según el, antiguo profe de Alexis Sanchez. Yo no sabía quien era este sujeto hasta que llegué a  Paposo. Lo recordare por la increíble cantidad de pelícanos que reposaban a escasos metros del puerto.

Solo he hecho 17 km. en unas 6 horas. Nada más salir de Paposo, ¡la subida del viaje!, de momento se lleva la palma. Un pavimento irreprochable, y yo por dos o tres veces empujando la bici. Después de un buen rato moviendo la máxima desmultiplicación, un 24x36, decidí bajar y empujar en vista que el golpe de pedal cómodo que buscaba no terminaba de llegar.  Es la primera vez en mi vida que viajando en bici por una superficie pavimentada me bajo de la bici a empujar. Claramente esta subida desbanca en dureza a la de Villavicencio.
En este punto la subida del Paposo gira hacia la izquierda, al interior, siendo en esta curva el ultimo lugar desde donde se ve el mar.

El hecho de ser la primera vez que me bajo a empujar puede parecer cosa de la edad, bajada en rendimiento, estado físico y esas cosas. Es cierto que son cosas de la edad, pero no por una bajada en el rendimiento físico, mi curva en eso es bastante anormal.
De los 20 a los 25 años caí en picado,  cosas de la "bipo", y desde entonces me mantengo,  ahora incluso rindo más que entre los 20 y los 25 años. Si que es cosa de la edad pero no de rendimiento físico, sino de de sentido común, el cual se alimenta de la experiencia, y la madurez.
No tengo que rendir cuentas a nadie, por lo tanto mi honestidad no esta condicionada. Si me bajo y empujo, lo asumo y no lo escondo. Podía subir sin bajarme, seguro que si, pero no era inteligente. Eso es comprar papeletas para el fracaso, y yo solo las compro para el éxito...
¡Para el fracaso ya me las compran los demás!

Me despido desde mi “Pequeña Casita de Tela”, ubicada ahora a las 23:25 del jueves 25 de abril en el campamento minero de Mina Abundancia, a 1136 m. según el Kateye, y una temperatura de 16º C, a unos 14 km. de Paposo, y unos 155 km. al Sur de Antofagasta.

El 26 antes de salir intentamos terminar la reparación de las alforjas. En el campamento tienen un herrero, la situación prometía
No encontramos la chapa de aluminio para terminar de reparar la alforja delantera. En el taller hacen cosas para la mina, y solo trabajan el hierro, pero peor aun fue descubrir que tengo suciedad en el sensor.

En la revisión fotográfica matinal he descubierto que tengo suciedad en el sensor de la cámara. Este es uno de los inconvenientes de la fotografía digital, frente a la tradicional, o química, lo de fotografía analógica es una aberración lingüística y tecnológica.
Si hay una mota de polvo en el sensor, esa mancha sale en todas las fotos, y limpiarlo es muy delicado. He traído útiles de limpieza, pero de momento no me he atrevido. El sensor es muy delicado, si me lo cargo, hay que mandar la cámara al S.T. y eso lo complicaría todo mucho. He decido seguir así hasta Antofagasta, estoy cerca, de hecho debería de haber llegado hoy, y no estoy ni a mitad de camino…¡¡¡La cuesta del Paposo y la ….!!!

Pero no todo fueron malas noticias, me invitaron a comer, lo que en mi situación se convirtió en el desayuno. Porotos, ya probé los porotos.
Vídeo del campamento minero.


Son las 10:00 del sábado 27 de abril. No son horas para estar acampado, escribiendo en el “PCín” Estoy acampado en el Desierto de Atacama, la nada más absoluta en es sentido más extremo. No se ve ningún tipo de vida vegetal en Km. a la redonda. Por no haber no hay ni perros ni hormigas, tampoco se ven zorros, una suerte hoy me he dado cuenta que deje las alforjas de la comida abiertas.
Ayer viernes 26 de abril, no anduve fino, he sentido por segunda vez esa sensación previa a la pájara, de difícil descripción. Tal vez desayune poco con los mineros. Quizá tuve que repetir porotos, no lo hice por no abusar, quizá acumulo cansancio, perdón por el lapsus, se enfriaba el te.
Estoy acampado a casi 2.000 metros de altura a pesar de estar a 11, 12 km del mar, y eso se nota en la temperatura.
Sigo con ustedes, digo ustedes para ahorrarme el vosotros y vosotras, aunque dentro de poco habrá que decir ustedes y ustedas, decía…

Hoy tuve sensación de vacío en el estomago, de parar a comer y seguir con hambre, y falta de fuerzas. Volví a parar a comer esta vez mas a conciencia, y la cosa mejoró, pero no volvió a estar bien. No me plantee ni de lejos llegar al observatorio astronómico cuando eran las 19:00, solo quedaba unos 30 min. pedaleables para unos 10, 15 Km., decidí acampar, y lo primero era conseguir agua. A diferencia de ayer al primer camión que pasó me dio 11 litros, uno en el bote y el resto en la bolsa. Fue montar el campamento, pegado a la carretera a menos de 5 metros en línea recta, pero invisible para los autos en la noche, en el día no me preocupa, y meterme en la “cama”. No me sentía bien, no estaba para revisión de fotos, “PCín” , diario de sucio, ni nada de nada. Es evidente que hoy estoy mejor, pero no aspiro a más que llegar al observatorio, y claro que me dejen visitarlo
Vídeo I
Vídeo II

Días de nada, vísperas de mucho. Así podría titularse la crónica del domingo 28 de abril. Ahora son las 20:30 de dicho día, ya es de noche cerrada desde hace un rato, ha habido cambio de hora, y he tenido una hora menos de luz. Estoy acampado en el cruce de la B-717, más conocida por mí como la carretera de Paposo, con “la 5”

No pude visitar el observatorio, incluso me apremiaron para que levantase la carpa los del telescopio, en fin. Como quien ejecuta la orden es otro, en este caso el de seguridad...
Levante lo mas rápido, pero solo la carpa, luego tuve que hacer las bolsas, con lo que solo cambio el orden, no el tiempo.
Vista de los 5 telescopios desde la carpa.

Esta superficie redonda simula el tamaño del espejo de los telescopios. Debajo de ella puede verse la carpa, y al fondo, en lo alto de la montaña los 5 telescopios.
Para un día completo, en la mañana vi la cadena en este estado.
No se cuanto tiempo llevaría en este estado.

La ruta ha sido mejor de lo esperado, aunque cada vez espero menos. Con pasar de 50 km me doy por satisfecho. Los últimos 40 fueron de bajada de la que mas me favorece, muy poca pendiente de bajada, pero durante muchos kilómetros, Unos 1150 metros de bajada en 40 km. En estos casos la pendiente solo ayuda un poco, el resto es mover desarrollo. Metí tuerca unos cuantos kilómetros.

Ahora son las 22:42 del lunes 29 de abril. No hace frío, de hecho escribo dentro de la carpa con la puerta de tela abierta de par en par. Escucho el aliento vital de mar, hoy ni respira ni ronca, ahora ruge. Tal vez este cabreado, tal vez en solidaridad con mi cabreo. Hoy lo que podía salir mal, a salido bien, y aun así estoy cabreado. Llevo bastante tiempo en Chile, y empiezo a pensar que puede que demasiado.
Llevo con la cadena rota desde hace 2 días, eso que yo sepa, sin saberlo, ¿quien sabe? No se ha roto, a aguantado hasta Antofagasta capital, y aun así estoy cabreado.
Llevo dos  2 días con un radio roto, no han roto mas, y aun así estoy cabreado.
Estoy en un camping y no creo que pague nada, estoy de ocupa. He tomado un lugar, y aun así estoy cabreado, por culpa de eso.

Creo que estoy mostrando un cuadro clínico de intolerancia a la I.C.R. Idiosincrasia Chilena Repetitiva, pero …
¡¡¡¿Tan difícil es decir que no, o no lo se?!!!
¿Tan difícil es saber que vale mas un buen no, que un mal si?

Llegué a Antofagasta después de gozar como un enano bajando por un doble carril solo para mi. La carretera esta en construcción, la están desdoblando, un carril para los que suben, otro para los que bajan, y dos solo para mi solo, y aun así estoy cabreado.
Vista de la bajada a Antofaagsta, dos carriles solo para mi. Por momentos casi le aguanto el ritmo al tren minero que baja al puerto.

Estoy en Antofagasta, llevo unos 2350 Km., y “solo unos 1350 avanzados hacia el Norte, Alaska, pero tengo la sensación del éxito, haber llegado aquí lo he saboreado como tal, La B-710, más conocida por mi, como la carretera del Paposo, fue dura y exigente, y llegar hoy a Antofagasta lo siento como haber superado una prueba, con paseo triunfal y todo, el de hoy. Hoy la ruta era en bajada, unos 1000 m. de desnivel favorable en 47 Km., aunque con viento en contra, también hay que decirlo. A pesar de todo eso, estoy enojado.
Me sentí un poco en el paseo triunfal de la ultima etapa del Tour, y los Campos Eliseos. Después de todo lo superado por nosotros, y a lo que ya dejamos a la espalda, esta etapa fue como un paseo triunfal, y aun así estoy cabreado
Aun quedan unos 20.000 km hasta Alaska, y tenía la sensación de haber terminado, y es que algo había terminado. Se termino el curso de iniciación al Ciclo-viajero atacameño.

A 2-3 km veo a la derecha, debajo de una curva algo que se parece a un camping. En la ciudad 3 personas me confirman que eso es un camping, después de conseguir llegar tras el callejeo de rigor, el conserje me dice que no es un camping, que es una instalación deportiva, y que además es solo para los trabajadores de Xfera, tampoco hay confusión con eso pues ellos tampoco pueden acampar, allí no se acampa.
¿Tan difícil es decir no lo se? ¿No es mucho más difícil inventarse una respuesta?

Señor vigilante nocturno del observatorio de Paranal, lo primero muchas gracias por sus atenciones. Usted me pregunto que significaba retorcido, que por que los chilenos son retorcidos, aquí tiene un ejemplo claro.¿No eso mas retorcido que el camino recto de no lo se?

Según la guía Copec aquí hay dos Campins, encontré los dos. Uno solo es para funcionarios de la Comuna y universitarios, de eso ustedes no ponen nada en su guía, pero lo más “cabreante” es que dicen que los dos están abiertos todo el año…¡¡¡LOS DOS ESTABAN CERRADOS!!!
¿Eso no es estafa? Pagar por una información que es errónea, ¿no es como comprar una lavadora que no lava?
He tomado un lugar en uno de ellos, el Griego Viejo, pero ya empieza mal la estancia en Antofagasta. Tengo una más que generosa lista de actividades para hacer aquí, y de momento ya empiezo perdiendo un día para instalarme. Mañana tendría que estar instalado, y ventilando recados, y me tendré que volver a instalar.
Video I Gringo Viejo
Video II Gringo Viejo

Por la mañana, en la acampada pude hacerme con esta instantánea. No me explico que puede comer en un sitio donde no se ven ni moscas en el periodo post-defecativo, pero ahí estaba, y seguro que algo come.
Si alguien lo puede identificar , me gustaría poner aquí su nombre.


Vídeo de la acampada I
Video de la acampada II

sábado, 15 de junio de 2013

DE CALDERA, (BAHÍA INGLESA) A ANTOFAGASTA. Parte II


El 19 de abril conseguí llegar al P.N. Pan de Azúcar. Para no perder la costumbre llegué de noche, pero sin mayores contratiempos. Aun así no me gusta, y es algo que pretendo evitar siempre, por lo que, cuando no lo consigo, lo asumo como un pequeño fracaso personal.
He pasado de largo Chañaral, solo paré a comprar unos tornillos en previsión de problemas en la otra alforja delantera, y llenar un poco el deposito, salió bien. Si otras veces que tengo más tiempo me lleva muchísimo tiempo encontrar los sitios, hoy casi fue parar y comprar. Di con el sitio casi a la primera, y pude continuar ruta.
Sin buscarlo he pasado por delante de “Don Julio”, curioso establecimiento este. En su promoción radiofónica tiene como desconcertante eslogan, “Don Julio, palabra de clérigo”…
¿Hay curas empresarios en Chile?


Tenía intención de conocer Pan de Azúcar lo primero por ser un Parque Nacional. y eso siempre es un aliciente que puede verse compensado adecuadamente, o no, pero había otro.
En La Serena había excusiones en barco para visitar la mayor colonia de pingüinos Humbolt del mundo, eso anunciaban. Era un viaje relativamente largo en embarcación hasta la zona fronteriza entre la región de Atacama y la de Coquimbo, La Serena
Me interesaba ir a ver a “los pajaritos del traje”, pero era caro, por lo menos era demasiada plata para mí en aquel momento.
Cuando visité el P. N. Llanos de Challe, Roberto, también conocido como Bam-Bam, guarda parque que antes estuvo en Pan de Azúcar, me informo de la posibilidad de ir a ver los pingüinos de la Isla Pan de Azúcar en lancha, con Manuel Carrasco.

Esa fue mi ocupación principal de hoy, 20 de abril de 2013, localizar a esa persona. Después de preguntar a varios parroquianos, y hallar la media comunicativa en la respuesta, llegue a la conclusión de que estaba en Santiago, aunque había delegado en otra persona.
La situación era la siguiente, movilizar la lancha contaba 60.000 pesos, 60 Lucas, unos 100 €, si se forma un grupo de 12 personas sale a 5 Lucas por
persona. El grupo no se formó, y os podéis imaginar que decisión tomé.
No pude ir a ver las aves de la isla, me conformé, y disfruté, con las de la costa.

No obstante la estancia en el camping de dos noches, un día entero con propina nocturna, fue ampliamente enriquecedora.


El camping, a pesar de las limitaciones propias de una naturaleza extrema y hostil, fue lo suficientemente acogedor, a pesar del saltarín gusano habitante del agua, que vi en mi cazo cuando iba a beber agua del grifo. Un problema de no tener agua corriente, y tener que traerla en camiones, para luego estar almacenada en depósitos. Sistema este al que no se escapan ni los alrededores de Antofagasta. Por eso aconsejan no beberla, aunque sea potable, pues si pasa demasiado tiempo almacenada en el depósito se puede degradar.  Hay que reconocer que para el gusanillo, rojo pasión, el agua no estaba demasiado mala, el bichito derrochaba vida por todos sus anillos, los saltos, contorsiones, contracciones y estiramientos así lo demuestra.
Las vistas desde la carpa podéis juzgarlas vosotros mismos.



Haber conocido al chico de la moto, y haber compartido unas cervezas con el, también fue otra situación enriquecedora. El es rumano, aunque residente en Reino Unido. No me conocía de nada, ni de decir hola. Se presentó a primera hora de la mañana a la puerta de mi carpa para decirme que iba a Chañaral, y que si quería que me trajera alguna cosa. Trajo la moto desde Europa en avión, y como a mi, también le dicen algunos que esta loco… ¡bendita locura!
Estuve acampado en este camping

Hoy 21 de abril he salido a la ruta de nuevo. Tenía decido hacerlo así, y así lo he hecho, aunque me di la ultima oportunidad de hacer la visita a los pingüinos. Caleta Pan de Azúcar me coge de camino, esta solo a unos 2 km al Norte de camping. No hubo manera, seguí ruta.
También me hubiera gustado, o incluso más, alquilar una piragua. Vi un cartel en la caleta de “Se arrienda kayak”, no hubo manera de localizar al arrendador.
Vi un cartel de “Se arriendan trajes de buzo”, esta era otra atractiva alternativa, tampoco apareció el arrendador. ¿Quién gana con esa tan latina costumbre de poner anuncios ofreciendo servicios que ya no se cumplen? ¿Por qué no los quitan cuando ya no ofertan el servicio? La respuesta es muy simple. Por que quien debería de quitarlos no es quien se perjudica.
En Mahón, donde vivo, cuando alguien vende o alquila algo lo inunda de carteles, cuando esta alquilado, vendido, o el concierto ya pasó, nadie quita los carteles.

Hoy he grabado varios vídeos, uno de ellos me salió caro. No quería entrar a la 5 otra vez, sino seguir por rutas menos transitadas, seguir “costeando”. Tenía que coger un cruce a la izquierda para ir a Esmeralda, y el único que vi a la izqda. fue el de la 5, solo hay una explicación. Cuando estaba grabando un vídeo hacia la derecha, y pedaleando, en ese momento apareció el cruce y lógicamente no lo vi, miraba para otro lado. Podéis verlo aquí.

No salió del todo mal. Acampé en un autentico “papal”, pero pude ducharme,  cenar, y desayunar en el restaurante La Posada mi plato fetiche. Dos huevos fritos, con la yema blanda, para mojar el pan. Ese es mi lujo culinario, ni langosta, ni caviar, ni “na de na”, solo con eso mi “guata” rebosa felicidad.
Hasta les saqué punta a las estacas de la carpa en un esmeril que había por allí.
Vista de un "papal", si las patatas son papas, los patatales seran papales, ¡digo yo! La foto es al día siguiente.

Lo único que he encontrado en Chile más económico que en España, de manera clara y generalizada, es comer en un restaurante. Como ejemplo un dato  muy posteriori. Esta mañana, ya en junio, en Caspana, por desayunar 1 té, 2 huevos fritos, dos pancitos, mermelada y margarina a necesidad, no de esos envases de ¼ de ración, total 2.500 pesos, unos 4 euros escasos. Las cosas de Chile, un día después el mismo precio pero sin huevos, es que se terminaron, pero el precio sigue. ¿Es este otro caso de I.C.R.? Idiosincrasia Chilena Repetitiva.

Justo cuando me marchaba, vi un cartel en el bar del sindicato de camioneros, fue el último ingrediente para poner por escrito lo que me han hecho sentir esos sujetos. Les deje una nota junto a su propaganda sindical, antes les hice una foto, aquí las tenéis.

Cifuncho, 22:26 del 22 de abril. Es de noche, pero después del “papal” de ayer  por ser benévolo, ahora estoy acampado de lujo.
John Coltrane inunda de mística mi pequeña casita de tela. No hay mucha- micro-fauna voladora, lo cual hace que tenga abierta de par en par la puerta de mi casita, que casi ocupa totalmente la fachada. A unos 50 metros el mar, mientras escribo, a pesar de ser de noche, creo ver unos pescadores faenando. Desde la distancia parece que complacen sus caprichos con la luz.
He conseguido llegar aquí con los dos radios rotos como podéis ver en estos vídeos.
Vídeo 1 
Vídeo 2
La bajada fue imposible mejorarla, 700 m. de desnivel en 30 Km. muy constantes hasta el mar. Pude avanzar rápido esos 30 Km., pero sobre todo sin forzar mucho la transmisión, y la rueda aguanto. No rompieron más. A ver si mañana puedo reparar.

Realmente esto es muy lindo, empiezo a entender a los enamorados del desierto. Es un paisaje carente de vida en apariencia, solo piedras, tierra y rocas, pero a pesar de no tener vida eso no le resta un ápice de belleza….
¡Esta muy rico!, y se lo que digo, lo he probado.

Al siguiente día no pude reparar la rueda en Cifuncho. Reconozco que como burro que soy, estoy doctorado en eso de tropezar dos veces en la misma piedra.
Pude haber reparado yo solo, conseguí una llave para tener mango para el extractor del piñón, y un tornillo de banco, pero…
¡Cometí otra vez el mismo error!
En vez darle en el sentido de aflojar, le di en el otro. La apreté de tal manera que fue imposible aflojarla.
Busque ayuda, y la encontré en unos medio bien intencionados. Me ayudaron con sus limitados recursos materiales y de conocimiento, pero la mitad que falto fue no dejarme la llave para llevarla al tornillo, allí si que era posible sacarla.

Con esta perspectiva de los dos radios rotos salí de Cifuncho, con la apremiante intención de cuidar la mecánica.
Aquí podéis ver y escuchar la salida de Cifuncho.

A la primera oportunidad metí la bici en una camioneta.
Solo habían hecho unos 10 km cuando cambie como compañero de viaje a la bici, por un pescador reconvertido a pescadero, y ella me cambió a mi por unos congrios. No eran largos como los de allá, pero bien dentados si que eran. No eran peces, ya se habían convertido en pescados.
Podéis verlo aquí.

No fue mal en Taltal. Se pudo sacar el piñón y poner los radios nuevos. El tema de la mecánica aquí es muy pintoresco. Por lo visto en Taltal no hay bicicleteria, pero el pescadero sabía quien lo podía reparar. Me llevó a un taller de coches, que por un no se si mal empleado concepto del respeto, no lo gravé en vídeo. El mecánico me dijo que si sabía hacer la reparación. No dudé de su palabra, sobre todo por que no lo conocía de nada. Era mecánico, sucio si que estaba, algo sabrá, pensé. No tenía ni idea de sacar el piñón, tuve que explicarles yo, mejor dicho enseñarles a hacerlo. Si les dejo la rueda y me largo me la desguazan, eso ya lo aprendí en Cohocram. Obviamente tampoco tenían el extractor, por eso lo llevo yo. No pesa mucho, y se que con el yo mismo puedo reparar en muchos sitios.
Quería desmontar todo el buje para sacar el piñón, igual que el de Cohocram, pero a estos se les veía con un poco más de sentido común. Tampoco tenía radios de repuesto, pusieron los que llevo yo.
El mecánico monto los radios y centro la rueda, aparte de poner dos herramientas, el torno de banco, y una llave fija o inglesa.
No cobró mucho si se mide en dinero, pero si se mide en conceptos filosóficos el precio ni es caro ni barato, es injuzgable.
Que un mecánico te cobre por una reparación que no sabe hacer, y es el cliente quien le esta enseñando a hacerla, no es ni caro ni barato es surrealista.

También salió bien o  muy bien la “dormida” Sabia que era una ciudad, y ya venía mentalizado a dormir en cama, pero antes había que agotar las posibilidades de dormir sin pagar. No es solo el tema económico, es rentabilizar todo el esfuerzo que lleva mover una mudanza diaria. Si llevo un equipo de acampada, que no pesa poco, es para usarlo.
Pregunte a un señor para poner la carpa en su patio. Me mandó a unas cabañas que son de su propiedad para que acampara allí…
¡¡¡De película!!!

Una vista preciosa, los baños y la ducha de los empleados a mi disposición. Increíblemente limpios para lo que me han acostumbrado por aquí. También nevera, y hasta me dejaron una toalla limpia, a pesar de que no la pedí.

Son las Cabañas Caleta Hueso. Si el local de los empleados estaba como estaba de limpio, ordenado y servicial, puedo imaginarme como estarán las cabañas.
Vista desde la carpa en las Cabañas Caleta Hueso del litoral camino de Paposo, y la Cordillera de la Costa. Entre el mar y la montaña se extienden unos bellos 50 km de ruta pavimentada hasta Paposo, en mi opinión algo más que una caleta. Cuando se llega a Paposo se termina lo bueno pues empieza la Cuesta del Paposo y la ...!!!,
pero esa es historia de otra entrada.
La cámara no esta vizca, son dos fotos pegadas, y como la puerta de mi pequeña casita de tela esta muy cerca de la cámara pasan estas cosas.

Tan cómodo estaba que al día siguiente, día 24 estaba dispuesto a quedar un día más con el pretexto de lavar la ropa. Les pregunte el precio, pues esto ya no era un favor, era uno de sus servicios. Cobraban por prenda, con lo que me saldría muy caro, después de esto decidí marcharme. Me sentía como un jeta si después de pedirles el precio, y rechazar el servicio, intentara seguir allí.

Volví tras mis pedaladas para conocer un poco Taltal. No me gusto nada su frente costero, casi diría que es lo más feo de la ciudad. No me suelen gustar el urbanismo chileno, para mi sorpresa si me gusto el núcleo urbano de Taltal, el parque, la montaña en medio de la ciudad. Me recordó a una de Francia que atravesé en la invernal transeuropea, eso si la sensación térmica era muy diferente.
Hasta pude usar la conexión de la biblioteca y poner una nota en la red.