Itinerario de esta entrada marcado en negro sobre el mapa de la guia Copec. |
Mapa extraido de la dirección que figura más arriba, Andes by Bike. Página de muy acertada consulta, igual que esta otra |
9 SEPTIEMBRE 2013
“Descansé …!!!
Hoy 9 de septiembre “descanse” Era lo que tenía previsto después del subidón al Hito Cajón, pero claro, conociéndome, sabiendo las ganas que tengo de subir mi cuerpo serrano venido a menos a más de 5.000 metros, y para colmo teniendo un volcán a tiro de piedra del refugio, pues ya se supone el desenlace.
Subí unos 460 metros de desnivel, hasta los 4546 metros, en ese momento una combinación de suelo inestable, quizá algo la altura, asunto este del que soy razonablemente escéptico, y sobre todo, el cansancio acumulado del día de ayer, hicieron un resultado de iniciar el descenso. Creo que fue lo más razonable, seguro que hubiera hecho cumbre, pero fiel a mis principios, no a cualquier precio.
En la bajada descubrí algo que mejor aquí que en una montaña de más envergadura. Mis botas quedaron destrozadas, no están para ninguna actividad montañera, estuve toda la tarde reparándolas. Están aceptablemente ahora, pero solo para pedalear, actividad esta que no estropea las suelas.
Zona común del Albergue Licancabur según el punto de vista de una suiza de Wallis. |
10 SEPTIEMBRE 2013
Otra del huevón
He reparado un roto en la carpa, todo iba razonablemente bien hasta que me puse a recogerlo todo para seguir avanzando hacía el Norte. En ese momento hecho en falta las gafas y el i-Pod Touch. Lo busco por toda la habitación, dado que no aparece, supongo que esta en la zona común, lo busco allí pero tampoco aparece, me empiezo a preocupar.
Después de hacer las oportunas indagaciones aparecen las gafas, alguien se las llevó a la cocina de los suizos, pensó que eran del grupo de los suizos. Si fuesen del grupo de los suizos hubieran obrado muy bien, pero como no eran hizo la puñeta considerablemente. Esta muy bien ayudar, pero mucho mejor es saber ayudar. Recuerden, “En caso de accidente no me quiten el casco”
El i-Pod Couch fue otro cantar. Pensamos que lo pudo haber cogido uno de los suizos, y como fueron a subir el Licancabur decidí esperar a que llegasen, estaba prevista su llegada para las 15:00, llegando a esa hora podía marcharme, 3 horas para 50 km, no es para tirar voladores, pero tampoco es una locura. Llegaron sobre las 19:00, y tampoco sabían nada del “aparatín”
No fue un olvido, o un descuido de mis cosas, me tuvo que caer del bolsillo del pantalón estando sentado en el sofá, de hecho momentos antes ya me había caído, pero eso es solo una parte. La mayor es de quien lo cogió sabiendo que no era suyo.
Otro día perdido, y van…pero eso no es lo peor.
La espera con 3 suizos fue bien, no hubo problema, incluso estuve de buen humor pensando que el aparato aparecería. Cuando llegó el grupo del chileno, y sobre todo el suizo después, y nadie sabía nada mi estado de ánimo cambió al otro extremo.
Se perfectamente que mi mayor obstáculo en “MI VUELTA AL MUNDO EN BICI, a la salud por los pedales” es mi limitada capacidad de atención que incide frontalmente en el cuidado de mis cosas, eso lo sé, pero no por sabido hace que cada vez que me ocurre no me afecte profundamente. Hoy es el caso.
Parece ser que la alegría por haber salido de Chile ya ha caducado, no es solo lo del robo, el establecimiento hace gala de una miserabilidad propia de Chile, tal vez sea la cercanía de la frontera. Para los suizos las maneras de la “señora” Virginia son “poco amigables”, no soy el único con parecida apreciación.
11 SEPTIEMBRE 2013
07:00, Albergue Ecoturístico de Alta Montaña Volcán Licancabur. Sud Lípez, Quetena Grande, Potosí, Bolivia. En el exterior de la habitación, -8º C,
Me despierto mal, otra vez tengo esa muy desagradable sensación de ser víctima de mis limitaciones, de mis bipo-limitaciones. De mi dificultad para convivir con gente, que viene de la actitud de huir de ella, y buscar el bienestar estando solo.
La decepción de estar alojado en un sitio después de 4 dias de dura ascensión a Hito Cajón, con todas sus dificultades, y que nunca consiga estar mínimamente a gusto entre la gente.
Si estoy solo soy víctima de las dificultades e incomodidades propias del entorno, frío, altura, falta de agua, tengo ilusión por llegar a una cama, una ducha, y sobre todo una mesa donde poder escribir. Cuando llegó nada es como hubiera imaginado. Hay cama, hay mesa y hay “ducha”, pero hay muchas cosas más que soy incapaz de controlar, todas estas cosas se resumen en una palabra, personas. Incapacidad para vivir en armonía con ellas.
Hoy he dado por desaparecido-hurtado-robado mi i-Pod Touch. Ha sido un palo metido entre los radios de las ruedas. Es una cantidad de dinero grande para mi escueta economía que estiro, estiro, y estiro. La estiro tanto que para algunos hago milagros con la plata.
No podré hacer vídeos, y tampoco fotos cuando no quiera cargar con la 5-D y compañía. Con el se fue la funda que me dio mi mamá. Le venía como anillo al dedo para llevarlo junto con sus dos asistentes, el cable para cargarlo, y los auriculares.
Ahora son las 07:53. Como tantas veces acabo de hacer terapia literaria. Los suizos francófonos de Wallis acaban de sentarse a desayunar. Ellos viajan muy diferente a como yo lo hago. Son un grupo de 13 personas, con 3 chóferes, dos guías, y una cocinera. Nunca había visto una cosa igual, por aquí parece ser una cosa habitual.
Mi grupo es una persona que hace de “turista terapéutico”, piloto y motor todo en uno, cocinero repostador del motor, guía explorador cuando las circunstancias lo permiten.
Lo dicho la literatura terapéutica vuelve a funcionar. Parece que he cogido la mierda de mi interior en forma de una nueva frustración debido a mis limitaciones, y la he puesto en forma de negro sobre blanco en mi computador.
A las 10:00 Virginia irrumpe en la habitación para que yo la desaloje, y tengo hasta las 15.30 de tiempo para estar en la misma. Ya decian los suizos que sus modales no son muy amigables.
He subido al Paso del Cóndor 4490 m. pero no ha sido demasiado duro, aunque eso si, todo ello rípio. En una bajada de rípio con serrucho, me calló el bote de metal de un litro. Lo llevaba en la bici como reserva sobre todo para las acampadas, para poder beber agua al día siguiente sin que sepa a plástico.
Me costó un güevo conseguirlo, era el mejor recuerdo que me llevaba de San Pedro, y parece ser que el destino quiere que me quede solo con los peores recuerdos.
He llegado bastante bien a Polques, a pesar de que llegué de noche. El Paso del Cóndor, no ha sido demasiado duro, a pesar de que ya no es un acontecimiento para mi superar los 4.000 m. en bici, exactamente 4.490 m. (Vaya en este enlace dice 4.730 m. y solo por estar en inglés me fio más...???)
Vicuñas correteando en los alrededores de Laguna Verde, "cerca del Albergue Licancabur" No me sorprede que huyan despavoridas, ...¡¡¡Que viene el Cicli, que viene el Cicli!!! |
Piedras de Dalí, las que menciona el enlace de antes, el que esta en inglés. |
Me alojo en Efames, en el paraje de nombre Polques. Arsenio y Elisabet, los propietarios, son muy amables, no se parece en nada al Albergue Licancabur, hasta la cena, dentro de unos límites de austeridad, ha sido una señora cena, comparen ustedes.
Una cena, o comida en el Albergue Licancabur fue un plato de pasta lavada, recién sacado de la olla, sin ningún tipo de aderezo,…¡¡¡y frío!!!
Hacia horas que fue cocinado y se enfrío en la olla.
Lo más increíble es que yo pensé que era gratis, pues hasta a los perros se les da mejor comida. Intentó, no recuerdo si lo consiguió, cobrarme un menú o almuerzo.
12 SEPTIEMBRE 2013
Nada más salir del hospedaje visite un “ojo” del que surge agua termal. Lo vi pero no me bañe, sería añadir aun más retraso a mis generosos preparativos previos a una etapa.
La noche anterior un grupo de holandeses, aun recuerdo la generosa sonrisa de una de ellas, se bañaron. Supongo que los 100 m. del “ojo” al alojamiento los hicieron rapidillo.
Enseñando el sillín al Salar de Chalviri, y enfilando la subida a nuestro primer ciclo-5.000m. |
13 SEPTIMBRE 2013
Sabía que iba a pasar frío en la acampada, pero no me quedó otra posibilidad, aunque eso no fue lo peor. Las consecuencias de ello en el ambiente, y las rutinas cotidianas, me perjudicó más que el frío sentido..
He tenido que derretir nieve para poder desayunar. La sorpresa fue que la laguna apareció congelada. Tan feliz ayer por tener una acampada de “lujo” solo por tener agua en abundancia, y mi gozo en un pozo hoy.
La ruta hasta los 5.000 m. no fue demasiado escaladora, ya lo subí casi todo ayer, pero hice el hito personal. Subí por encima de los 5.000 m., pero a partir de ahí se termino todo lo bueno.
El mapa como casi siempre mal, la Laguna Colorada no esta al lado de la carretera, hay que tomar un cruce que no aparece por ningún sitio, y la laguna esta a 25 km. de ese cruce.
Yo pensaba que hoy podía relajarme, que ayer hice lo gordo, y ni por esas. 25 Km. en rípio, aunque sea bajando puede ser mucho tiempo, y más con los rípios que me encuentro últimamente. Otra vez pedaleando de noche.
Hice más de una hora por la noche, por un rípio infame. No me puse nervioso desde el momento que vi las luces de Huallajara, pero me costó un triunfo llegar por un ripio aun mas infame que el anterior.
Llegue muy justo de fuerzas, de hecho cada poco me caía la bici al suelo, de ir montado ni pensarlo, y a bajo cero.
Ha sido una etapa de las más duras, comparable a esta del paso de Laguna del Desierto
Desayuno en el día de nuestro primer ciclo-5.000. El agua de la pequeña laguna apareció conjelada. Mi gozo en un pozo. El paso de Sol de Mañana nos espera. |
Ufff!!! ¡Qué día! Tantas cosas en un solo día que …
Podía hablar de la foto dedicada que le deje a Rubén, también podía hablar de sus buenas indicaciones para la ruta, y lo lamentable que resulta que haya múltiples interpretaciones. Podía hablar del tremendo vendaval, que por lo menos no fue en contra. Podía hablar de la ventisca seca, no de la tormenta de arena, de los impactos de pequeños guijarros de unos 5 mm. cúbicos arrojados contra mí por el viento. Podía hablar de que me quedè sin una foto de la Laguna Colorada a causa de todo el polvo levantado por ese viento. Hoy a sido uno de esos muy pocos dias en que he cerrado la cremallera de la bolsa de fotografía para proteger el equipo, a costa de no hacer fotos.
Ruben delante de la foto dedicada. |
Rubén muestra la dedicatoria. |
La dedicatoria. |
Foto de "familia" a la salida de Huallajara. |
Podía hablar de mis sugerencias respecto a la Reserva Avaroa. pero no lo haré, por que si hablare en singular de una de ellas que hoy pudo haberme costado la vida. No creo que llegase al descanso eterno tan pronto, pero pudo haber sido …
¡Por vez primera hoy he olfateado el olor de la muerte, de mi propia muerte!
Sobre las seis llegue a un cruce sin señalizar. Había un fuerte viento, sobre 100 km./hora, y alguna racha que más, y lo que es peor, sin posibilidad alguna de resguardarse, la temperatura rondaba los cero grados. La decisión inmediata era esperar a que un auto me indicara el camino correcto. Mientras esperaba sin saber cuanto tiempo, me quedó claro que no podía estar en esa situación mucho tiempo. Sabia que, aunque con muchas incomodidades, podía resistir esa noche si conseguía montar la carpa. Si la pase a más altura seguro que puedo más abajo. Comencé a montar la carpa pero otro problema salía a mi encuentro. El suelo era de una tierra muy suelta donde las estacas se sueltan muy fácil, solo dan algo de seguridad poniendo encima una piedra grande, pero tampoco había ese modelo de piedra por allí ...
¡Ni ese ni otro!
Lo único posible era afianzarla con mis propias bolsas. En ese momento, en que ya tenía clavada la parte de barlovento y pasada la primera de las dos varillas, apareció un camión en lontananza. Iba al campamento Salar Capina, recogí todo y me fui con él.
En mis nás de 20.000 km. Que llevo viajando en bici no recuerdo una situación más complicada, se pudo haber convertido en una lenta agonía…
¡Una fría y lenta agonia!
En estos momentos estoy dentro de la carpa, en el interior del comedor del campamento. Me han dado de cenar, y me he duchado con jabón. He escrito todo esto al dia siguiente, ayer 14 de septiembre aqui en el campamento, tenía ya suficiente con recuperarme del susto.
Panorámica del Salar Capina desde la ruta. |
Mega panorámica del Salar Capina. No se cuanto tiene de largo la foto, pero varios metros seguro. |
16 SEPTIEMBRE 2015
Me ha costado levantarme, pero a las 07:00 ya estaba despierto. Revisé las fotos del día anterior, en la revisión me entro un buen sueño con lo que decidí comer algo para entretener el estomago, y me eché a dormir otra vez. Esperaba despertar sobre las ocho, pero el reloj marcaba las nueve. Estaba claro que con este punto de inicio empezar la etapa estaba complicado.
Supongo que ese acto insólito de echarme a dormir tiene relación con el traumatismo sicológico de ayer. Ayer no pude procesarlo con toda mi atención, tuve que ponerla en el objetivo de sobrevivir, en aplicar toda mi atención en tratar de desarrollar una estrategia que me permitiera seguir escribiendo estas crónicas, y una vez fuera del bosque es cuando este se ve más claro.
En toda mi experiencia ciclo-viajera no recuerdo una situación tan crítica como la de ayer, en la que claramente podía haber muerto, ni siquiera esta de Marruecos es comparable. En Marruecos sabía que lo único que podía pasarme era estar unas, demasiadas, horas incómodo, ayer sabía que si mi estrategia no de acampada, sino de supervivencia en el sentido del termino mas estricto no salía bien, podía morir de hipotermia. Lo que mas me cabrea del asunto es que yo no cometí ningún error, lo cometieron otros, que además cobran una barbaridad por visitar el P.N.
Para el retraso en la salida no es suficiente con levantarme a las nueve, sino que además tengo que hacer una reparación textil que seguro me llevaría bastante tiempo.
A la chaqueta cortaviento Tramontana de Model-sport, en S.P.A. le repare la cremallera, iba a cambiarla, a poner una nueva, pero me basto con cambiarle el carro. Funciona bien, pero ocurre que cuando la cierro arriba del todo, buscando abrigar el cuello, el carro, el solo por su propio peso se cae, y la va abriendo. Estos dos dias anteriores me ocurrió y con este frío intenso del altiplano boliviano lo he notado a base de bien.
La obra esta terminada y parece que ha quedado bien, ahora falta la prueba de fuego, la ruta.
Por si no hubiera suficiente motivo con la costura ciclo-viajera, el viento que comenzó el día que llegue a Laguna Colorada hace 2 dias, no ha hecho más que aumentar. Ayer me puso contra las cuerdas, y hoy creo que sopla aun más fuerte. Parece la Tramontana en versión altiplánica. Estoy dentro de mi carpa, y ella alojada en el comedor del campamento, el techo no deja de bufar, y parece que va a salir volando en cualquier momento, el comedor es frío, por la noche bajó hasta los 3 grados, solo se esta agradable aunque abrigado en las horas centrales del día, pero tengo sitio y he hecho bastantes cosas de mantenimiento del equipo. Como otras veces en estos lugares, me han invitado a comer y a cenar.
Espero salir mañana temprano e intentar llegar a Alota, por lo menos ahora el viento bufa menos, y por momentos esta callado.
Creo que el cuerpo me pedía recuperarme del susto de ayer, le he dado ese “capricho”
Hoy no he salido a la ruta
17 SEPTIEMBRE 2015
Me puse en pie a las seis, igual que los trabajadores con la intención de salir lo más rápido posible. Comencé a pedalear a las 13:20, sin comentarios.
Aunque amainó el viento, eso es cierto, siguió soplando fuerte. Me recordó esta etapa en Tierra de Fuego, parecía que jugaba conmigo a sacarme de la zona ciclable del rípio, aunque poco a poco fuy avanzando.
Sobre las seis corono el Paso Salar Capina, en ese momento, con una temperatura cercana a los 0º C, y fiel a mi compromiso con migo mismo de no volver a pasar frío en Bolivia, desenfundo la artillería pesada en forma de Gore-Tex, a parte de otros inventillos personales de fabricación peruna en S.P.A. como estos. Interesante vídeo.
O este otro.
Todo esto no sirvió para evitar que pinchara bajando, no camine demasiado, aunque si más de lo deseado. Como a 1 Km. más abajo llegue a una zona con agua, y allí me quede.
Podía llegar al Villamar en el coche de un parroquiano, pero a sabiendas de que en la noche habría frío preferí acampar allí.
No tenía necesidad del pueblo para solucionar la avería, y tampoco quería perderme el presumible deleite visual de esos 18 km hasta el pueblo.
Eso si, en cuanto me cambié al saco, y a resistir el frío.
18 SEPTIEMBRE 2015
“La maldición de terminar de noche” Ese podría ser el título de mi faceta ciclo-viajera.
Me levante tarde, a las nueve. Después de una noche de esas de desgaste sobrevenido, de estar soportando el frío -11ª C, de casi no dormir por ello, decidí dormir un poco cuando los dictados de la temperatura se hicieron más benévolos. Creo que lo pase menos mal esta noche que la de hace unos dias a -12ª C
Sabía que tenía que reparar un pinchazo, aun así el lugar de acampada me inspiró, y le he hice bastantes fotos, con todo esto salí tarde, casi a las cuatro pero no me importó, tenía unos 20 km hasta Villamar y supuestamente en bajada.
La realidad fue que no eran todos en bajada, el rípio malísimo, pero lo peor es que ya de principio comencé a sentir las piedras de terreno en la llanta. No me senté en casi ningún momeno para evitar el pinchazo por llantazo, el dolor de mis brazos puede confirmarlo, pero lo único que conseguí fue retrasarlo, no evitarlo.
Terminé empujando la bici unos 5 km hasta llegar al pueblo, pero como siempre tienen que ocurrirme cosas increíbles, en un momento la rueda trasera se quedó bloqueada, no podía creer lo que estaba viendo. Al quedar sin aire la cámara, y hacer plieges la cubierta debido al peso, poco a poco la cámara se fue saliendo toda, menos en el sitio de la válvula. Toda la cámara que se salió se enganchó entre el cambio y el piñón bloqueando la rueda...,
¡Vivir para ver!
La imagen inaúdita |
19 SEPTIEMBRE 2015
Hoy es uno de esos dias que sería mejor para todos, primero yo, pero también para la humanidad, no haberlo vivido.
Me levanté a las siete, y revisé las tres tarjetas fotográficas, aproveche, hice limpieza definitiva, y pase las fotos restantes al PCìn, Tengo las tres tarjetas, 8 gigas en total, vacías, pero aquí, a pesar del tiempo que lleva esto, se terminó en día.
Sobre las 10:30 salí a comprar algo de comida, para mi sorpresa todos los negocios que vi ayer estaban cerrados. Solo compre unas peras y manzanas, que por cierto vienen de Argentina.
Las peras riquísimas, pero al rato diarrea. No se si fue por la fruta, pero se que tengo más calzoncillos que lavar.
Intente cocinar arroz blanco para parar la crisis intestinal, cuando voy a echar al cazo un poco de agua del bote de la bici, este no estaba bien cerrado y cayo 1 litro de golpe en el cazo, suelo y cocina, dejándolo todo hecho un cristo.
El arroz caldoso quedó bastante bueno, me bebí el caldo, y fui a hacer mas aprovechando el arroz que había en el cazo. Cuando estoy cocinándolo sin darme cuenta lo quemo, quedando un olor horrible.
Me pongo a reparar la rueda pinchada, y es tal la cantidad de suciedad que tiene el interior de la cubierta, que la tengo secando al Sol para luego limpiarla
Me quedan 40 bolivianos, unos 4.000 chilenos, o unos 6 € para llegar a Uyuni, y no lo haré en menos de 4 dias, ¿Qué os parece el plan?
Han pasado unas 5 horas, la diarrea remite, ¿Cómo no va a remitir si no he bebido nada, y casi no he comido? Por lo menos he dejado la bici lista, eso creo. He cambiado las cubiertas, la de detrás para adelante y viceversa. No lo hago por una cuestión de conseguir un desgaste parejo en las dos, no es eso. Estoy pinchando pues la trasera tiene tan poco goma, y casi nada de carcasa, por algo es tan económica. Por mucha presión que le de no se pone dura y por eso pincha, no pincha por perforación de la cubierta sino por pellizco debido a un llantazo. La cubierta al chocar con una piedra con canto, se dobla tanto hacia el interior, que hace contacto con la llanta, en este momento pellizca la cámara con la llanta y se pincha. Hay veces que se ven los dos agujeros en la cámara del contacto con los dos laterales de la llanta. Aparte de esto he reparado unos 5 pinchazos en dos cámaras de repuesto.
Ahora estoy sentado en la cama y escribiendo sobre una mesa de plástico blanco que he capturado ahí afuera. He hecho la cama y me preparo para una noche de frío en cama. La pasada bajo aquí dentro hasta los 3 grados, y lo de las sábanas es como un misterio en estos alojamiento bolivianos fronterizos con Chile. A final del día aparecen todas las camas hechas, pero nunca he visto mover sábanas por los pasillos …???
21 SEPTIEMBRE 2015
La maldición de terminar de noche parece que continúa. A las 06:50 ya estaba en pie, sin enredarme demasiado no empecé a pedalear hasta las 11:38, casi 5 horas y es que ya lo tengo asumido, acarrear tantas cosas ralentiza mucho el partir. Aun así no pensaba para nada que pudiera tardar tanto tiempo en llegar a Alota.
No tengo cuenta kilómetros, el primer sensor desapareció en Argentina, y el cuenta que compre en S.P.A. me lo robaron antes de salir de San Pedro, pero aun así, sin cuenta parece que hice unos 20 km., 30 como mucho, en 6 horas y media de avance casi constante. Soy consciente del viento ralentizador como del ripio arenoso, pero aun así me parece imposible, pero …
Mas que la maldición del día continua, el titulo de la jornada debiera de ser “El día milagro”
A la salida de Villamar me encontré a Antonio Panire de Turi. Yo sabía que tenia mujer e hijo en Bolivia, pero no que era en Villamar. Me solucionó el asunto del robo de las gafas, me dió unas que puedo poner por delante de las graduadas, pero esto, aunque increíble no tiene nada que ver con lo siguiente.
El increible Antonio Panire de Turi, Chile, hace entrega de unas gafas, y un bote de cerveza. |
Salí de Villamar con 40 Bolivianos, unos 5 euros, con la intención de llegar a Uyuni. Serian unos 3 dias de viaje. Realmente era una incógnita para mi como lo conseguiría, pero es evidente que ya lo conseguí. Estoy escribiendo en una modesta habitación de Uyuni.
Cuando se hizo de noche pensaba que Alota estaría a unos pocos Km. Un coche que me alcanzo me dijo que quedaban 20, no me podía creer que solo hubiera hecho 20 km. en más de 6 horas sin paradas.
Estaba claro que yo no llegaría a Alota en el día. Había dos opciones una era acampar allí, sin poder ver un buen sitio, sin agua, sucio. La otra dejarme llevar hasta Alota, o también hasta Uyuni.
Como ya he expuesto en anteriores crónicas, tengo muy claro la línea que separa un aventurero de un gilipollas. Hoy esta línea estaba clara, era la que marcaba la diferencia entre acampar, o ser sacado de allí en auto ...
¡Evidentemente escogí la segunda!
Estoy alucinado, llevo 8 meses viajando en moto por Sudamérica y, aunque no todo ha sido un camino de rosas, porque definitivamente no lo ha sido....jamás se me ocurriría criticar con la dureza, cinismo y soberbia a los países que me acogieron - repito, algunos mejor y otro mucho MUCHO peor-. Te quejas por todo! ¿Qué esperabas exactamente en Bolivia? Que te dieran un filet mignon? "pasta directamente de la olla sin ningún tipo de aderezo" tocate los huevos! Al menos comiste, campeón!
ResponderEliminarTienes una visión tan crítica y negativa de tu viaje - por lo que he leído- que hace que me pregunte ¿para qué fuiste? Si no estabas preparado para el choque cultural y emocional que es un viaje de estas características, mejor ni lo hagas, en vez de criticar y hablar mil pestes de todo - absolutamente todo - lo que te encuentras en el camino...
SABIA REFLEXIÓN, la respuesta es muy simple, para conocer por mi mismo, pero, cuando opina sobre mi viaje, no hay algo que le ciega a usted, y no le permite ver el profundo, incluso documentado agradecimiento que tambien, hay en mis cronias, incluso en esta.Creo que deberia reflexionar sobre ello.
EliminarTal vez mas que no soportar el choque cultural, lo que hay sea un fondo cultural mucho mayor del que usted cree, que me permite tener mucha mas base policultural para encajar lo que vivo en su justo lugar. Por cierto es la tercera vez que voy a Sudamerica, y jamas antes conte lo que cuento aqui, por que jamas lo vivi, por cierto, lo que ha leido usted es el parvulario, por que del infierno no conte nada.